Mi hijo adolescente de 12 años ya quiere un móvil, ¿cómo lo hago?
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Los adolescentes quieren disfrutar de los beneficios de la tecnología móvil, aunque en muchas ocasiones no tengan demasiado criterio. Si ya están pidiendo un dispositivo móvil porque sus amigos lo tienen, y habéis pensado que puede ser una buena opción, esto es lo que hacer para que no se convierta en un arma peligrosa.
Las claves para dar un móvil a un adolescente
Aunque no existe una edad prefijada, se suele establecer el paso de educación primaria a secundaria, es decir, los 12 años. Se puede decir que a esa edad ya hay cierto grado de responsabilidad y de comprensión sobre todo lo que implica tener un dispositivo móvil con conexión permanente a Internet. Pero, obviamente, es algo que se puede retrasar a criterio y que si el hecho de dar un móvil no es absolutamente necesario, mucho mejor.
Establecer reglas claras
Antes de entregar el dispositivo, es fundamental establecer reglas claras sobre su uso. Incluso es muy importante crear una especie de contrato familiar, y que el adolescente tenga presente que el dispositivo pertenece a los adultos, que en cualquier momento tendrán potestad sobre él.
Hay que incidir en que la línea telefónica la pagan esos adultos responsables, por lo que no podríamos decir que se trata exactamente de un regalo, sino de una cesión.
Los adultos responsables o los padres siempre deberán conocer la contraseña de acceso al dispositivo, esto es algo no negociable. Si el adolescente o niño pone algún tipo de inconveniente, hay que retirar el dispositivo. Son menores de edad y las consecuencias de sus actos en Internet apuntarán directamente hacia los responsables, padres o tutores legales.
Por supuesto, hay que educar sobre cómo comportarse con un teléfono que no es más que una pequeña computadora. Hay que explicar las consecuencias del acoso en redes, de que todo lo que haga va a dejar huella y hacer que empatice y piense cómo se sentiría si sufriese ciberacoso.
Esta app es una gran ayuda
Hay aplicaciones de control parental muy útiles, que permiten a los adultos establecer límites en el uso del móvil por un adolescente. Mi recomendación pasa por utilizar la de Google, Family Link. Se trata de una herramienta que evita muchísimos problemas y que da la posibilidad a los padres o tutores de marcar bien los límites de uso. Conoce más sobre ella en este enlace.
Por supuesto, hay que ayudar a esos adolescentes en el buen uso de la tecnología y nosotros debemos ser los que predicamos con el ejemplo. Si pensamos que nuestro hijo va a tener un tiempo límite en pantalla y el ejemplo que tiene en casa es el de unos padres totalmente enganchados a la pantalla del móvil, será bastante complicado.
Por supuesto, el teléfono móvil no entra jamás en el cuarto de baño y tampoco debemos permitir que se encierren con el dispositivo durante largos periodos de tiempo sin saber qué están haciendo. La hora de la comida, cena o desayuno tampoco es lugar para el uso del teléfono móvil, pero si nosotros lo hacemos ya estamos dando mal ejemplo.
Finalmente, mantener una comunicación permanente sobre el uso de estos dispositivos es algo muy interesante. Si percibimos una falta de control, hay que abordar ese problema rápidamente.
Dar un teléfono móvil a un adolescente no debe ser un problema si ya está preparado, así que es el momento de establecer una serie de normas y dar la bienvenida a un entorno digital. Poner puertas al campo es imposible y los adolescentes cuentan con muchas habilidades. Hay que acompañarles en ese camino para que el uso de estas herramientas se convierta en algo útil y divertido, nunca en una herramienta de acoso o que les haga perder la noción de la realidad y el tiempo.
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